EDIFICIOS INSPIRADOS EN MATRIX Y AVATAR.

El milanés Cino Zucchi es el equivalente en arquitectura a la música sofisticada de “Belle and Sebastian” y sus trabajos son presentados como personajes de una película de ciencia ficción.

 Para unir el estadio de Lugano y la autopista Milán-Zurich, el arquitecto diseñó este sinuoso túnel Vedeggeio-Cassarate.

Para el italiano Cino Zucchi (Milán, 1955) el futuro próximo poco tiene que ver con las visiones fantásticas de la arquitectura futurista de años atrás, aunque su trabajo, a veces, apunta a entornos que podrían estar sacados de una escena de la película de las hermanas Wachowski. 

Junto a la alarma medioambiental, que es probablemente la mayor preocupación en el diseño venidero, intento entender la relación que se establecerá entre el espacio físico con la tecnología de la información. Estoy convencido de que en cinco o diez años todas las casas tendrán tanto un chaise-longue como un casco de realidad virtual”,nos cuenta el milanés. Un escenario que, como él dice, no dista mucho del que vimos en filmes como Avatar y que afectará a los espacios físicos colectivos.

                  
               Disonancia geométrica en esta fachada de un bloque de pisos en Venecia.

La historia de futurologías arquitectónicas ha enmascarado, a través de una proyección espectacular y, a veces, más de ciencia ficción que algo real, los valores y estéticas de su propio tiempo. Pero Cino tiene una misión absolutamente opuesta: “Veo el futuro como una mezcla extraña de innovación tecnológica y la permanencia de costumbres antiguas, absorbiendo en continua metamorfosis diferentes fragmentos en la búsqueda de un equilibrio temporal”, cuenta.

  Oficinas Lavazza en Turín, recientemente premiadas con el Global Born Award 2018.

  En la via Bagutta, en Milán, el arquitecto ha diseñado el interiorismo de la firma de zapatos Almini.


De hecho, la gran obsesión de Zucchi es crear personalidades diferenciadas en sus proyectos.“Mi mayor inquietud es encontrar el carácter adecuado para cada edificio. Esto se consigue mediante una combinación de dimensión, luz, materiales y colores. El espacio debería actuar como un recipiente que contenga y dé forma a las emociones de las personas más que directamente determinarlas”. El arquitecto alude al ensayo de crítica literaria de William Empson que reflexiona sobre la esencia de lo que se define como buen arte: “Una estructura bien definida, casi cincelada, capaz de aceptar o provocar múltiples significados e interpretaciones”.

Zucchi configura espacios para el diseño urbano, como las oficinas Lavazza en Turín (recientemente premiadas con el Global Born Award 2018) o reinventa paisajes a través esculturas ambientales dinámicas, como la entrada al túnel de Vedeggio-Cassarate en Lugano.

  El MAUTO, museo del automóvil de Turín, es una institución cuyo edificio diseñó Amedeo Albertini en 1958, y que Zucchi ha reconvertido en una mole de placas metálicas perforadas.

  En Assago, cerca de Milán, el arquitecto ha proyectado las oficinas del Group M con placas metálicas en la fachada, para acercarse más a la escultura que a la arquitectura.


Su estudio también contribuye a la metamorfosis urbana con edificios el Pedrali Automated Wharehouse que integra la técnica y el diseño en entornos campestres. “Las películas de Stanley Kubrick o las canciones del White Album de Los Beatles muestran cómo un autor puede trabajar sin la repetición de patrones, encontrando un lenguaje específico en cada trabajo”. La forma de materializar esta intención es tomarse la arquitectura como un caleidoscopio. 

  Cerca de Bérgamo, el arquitecto levantó un almacén en medio del campo para la firma de diseño Pedrali.

Cuando se trata de nombrar su obra predilecta, el desafío que supuso parece ser determinante en la huella marcada. “Me encantan los retos difíciles. Presupuestos bajos, lugares delicados, restricciones tecnológicas o legales e incluso los clientes desagradables me estimulan para limpiar el proyecto de todo lo superfluo y concentrarme en lo principal. Sin duda, el D Building en el área Junghans de Venecia es considerado por todo el mundo como mi hit”.

“Como una canción de la radio, la arquitectura debería revelar sus sutilizas solo a través del tiempo y ante una audiencia competente”, explica Cino Zucchi, que lejos de mantener un discurso elitista manifiesta cómo el edificio debe conservar un carácter directo y fácil de entender que haga de la ciudad el mejor lugar para vivir. 

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