ROMANO ARQUITECTOS PROYECTA CASAS SOSTENIBLES.

Jaime Romano es fundador del estudio de arquitectura e interiorismo Romano Arquitectos. Cuando le preguntan por su arquitectura opta por dar pistas: el diseño industrial, en particular el de los automóviles (especial mención para Pontiac) o las descripciones de espacios en novelas son algunas de las cosas de las que tira cuando se explica su arquitectura.

 La herencia de Josep Lluis Sert es grande, y Jaime Romano admira ese respeto que tenía el creador hacia la isla, como hizo en Tipaza House.


Entre sus nombres de cabecera está el omnipresente Le Corbusier, Frank Lloyd Wright, Coderch, Fisac, De la Sota, David Chipperfield, Robert Venturi o Louis Kahn. De todo este exquisito batiburrillo surge la arquitectura de Romano: limpia, blanca, diáfana y orgánica y que ha encontrado en Ibiza el mejor de los escenarios. Pero no el único. Desde que se fundara Romano Arquitectos en 1992, además de esas casas ibicencas a las que uno se iría a vivir mañana acompañado sólo por algunos libros, también han firmado proyectos como la discoteca Space en Ibiza, La Fonda Restaurant en Barcelona, complejos residenciales en Barbados, proyectos en Túnez u hoteles en Marruecos. Siempre respetando el lugar en el que se asentaba la futura construcción.

 Proyecto para la terraza de Space en Ibiza, en 2003.

“¡El entorno es nuestro plano de referencia!, exclama. Una arquitectura mal asentada puede destrozar un valle, generar una cicatriz”.Así, se muestra especialmente crítico con los despropósitos de algunos propietarios: “Los jardines deberían ajustarse más a la vegetación autóctona; para no trastocar el entorno, por autenticidad ¡y por economía! Resulta muy difícil controlar –como colectivo de arquitectos–los desmanes de algunos con los jardines, una vez ejecutadas nuestras casas. Cuesta inculcar este respeto a mentalidades que vienen de tierras más lluviosas y a aquellos que pretenden imponer sus mitos de jardines tropicales a nuestro clima” comenta.

 En el norte de Ibiza está Isla Sa Ferradura, una construcción de los años setenta, que Jaimer Romano ha rehabilitado.

¿Cómo ha cambiado la arquitectura de la isla desde aquella incontaminada e integradora del arquitecto Josep Lluis Sert a las mansiones ostentosas y fuera de lugar que abundan ahora en la isla? “El gran mérito de Sert fue saber proyectar desde la limitación –en una isla con recursos limitados, en una sociedad recién salida del siglo XVIII y proyectada sin transición al siglo XX– y, haciendo caso a la inteligencia y al oficio de los carpinteros ibicencos. Pasaron de construir llaüts, carros, o de reparar norias en madera de sabina, a realizar los ventanales de las casas de Can Pep Simó. Han pasado 50 años y ¡esas ventanas siguen impecables! Ahora, nuestro reto como arquitectos ibicencos es gestionar la sobreabundancia. Es difícil explicarle al cliente que, en verano, con un porche, una ducha contra la pared y un sitio donde poder cocinar, prácticamente no va a necesitar mucho más”. Se trata de repensar el concepto del lujo.

 El interior de Isla Sa Ferradura fue actualizado para hacer crecer el paisaje, a 500 metros del mar.

 Isla Sa Ferradura es una rareza en la isla respetada por la Ley de Costas, que ha sido sometida a una reforma de 4 años.

“Es básico preservar el carácter ibicenco, ir de la mano de los valores locales. Sert supo aprovechar las terracotas o los hidráulicos tanto como las buenas ideas que podían aportar los artesanos. Eso imprimió estilo en las nuevas residencias de veraneo que ahora son patrimonio de una cierta manera de vivir. Esa lección no está obsoleta. No hay innovación sin tradición”.

Los clientes que demandan viviendas en la isla en este nuestro siglo XXI se parecen bien poco a aquellos que acudían a Sert, en su mayoría, burgueses catalanes y madrileños de segunda o tercera generación que aún conservaban cierto recuerdo directo del campo. “Nuestros clientes de Londres desembarcan en Ibiza con sueños de libertad, sol y fiesta, acompañados de excéntricos decoradores con sus iPads atiborrados de imágenes Pinterest estereotipadas y tópicos mediterráneos. Lo que se lleva este año son las decoraciones estilo Robinson Crusoe hechas con palitos. ¡Si nos despistamos acabaremos mezclando el terciopelo con la chancleta!”. Añade: “Los clientes te traen la misma imagen, repetida una y otra vez sin que venga acompañada de ningún relato, ninguna experiencia propia. Instagram y Pinterest están generando al mismo tiempo una ensalada de clichés y una uniformización de conceptos, simple yuxtaposición iletrada de imágenes fuera de contexto. Sin factor local, sin limitación, sin contexto”. Justo en las antípodas de Romano para quien la arquitectura es “una forma de pensar la vida”.

 Casa Pep Bet, construida sobre una pequeña construcción ibicenca de 1793.

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